¿A dónde voy? ¿Qué dicen? ¿Qué
hago? Son preguntas que seguro te harás si aterrizas por primera vez
en el país en el que vas a vivir y no entiendes nada ni sabes nada
del lugar, o por lo menos eso es lo que pensé yo, estas preguntas y
mas me hacía en mi primer viaje como inmigrante, dudas que se te
pasan por la cabeza pero que intentas alejar con un “Sì, es lo que
tengo que hacer si me quiero labrar un futuro” y así salí de
Sevilla, contenta y con ganas de enfrentarme a esta etapa de mi vida
que venía como una locomotora, aunque esas ganas iban bajando
conforme el avión iba subiendo porque sabía que podría ser la
última vez que viviese en mi ciudad, podría ir en vacaciones pero
vivir.... era algo complicado, pero bueno aún así estaba en parte
contenta por esta aventura que iba a vivir en un país del que
conocía solamente las baguettes (es broma conocia algunas cosas
mas).
En fín cuando llegué el primer día
estaba un poco asustada por todo lo que iba a sucederme en este país,
el cual no entendía ni la mitad, y también un poco entusiasmada por
la aventura que iba a empezar a vivir. En el avión me sentía más
segura porque como venía de Sevilla, el avión estaba la mitad lleno
de sevillanos así que escuchaba hablar español por todos lados, lo
malo fue ya cuando me bajé del avion, allí en el aeropuerto sola
con las maletas y sin saber por donde tirar.
Menos mal que cuando bajé en Marsella
hacía solecito sino no se como podría haber cargado con las maletas
y lloviendo, y cuando salí a la calle intenté averiguar dónde
podría coger el autobus que me llevaba a la estación de tren, pero
como no conocía el aeropuerto lo único que podía hacer era seguir
a la gente para ver donde iban... que por suerte iban hacia el
autobus!!!
Cuando cogí el autobus tuve muchisima
suerte porque me encontré con una española que también iba para la
estación y que iba para Lyon, la verdad que después de todo este
tiempo no me acuerdo de su nombre, pero la verdad que era muy
simpatica. Pues nos hicimos compañeras de viaje hasta la estación,
hablando y hablando en el camino del autobus, que como buenas
españolas eran a las únicas que se les escuchaba en todo el autobus
:) y una vez llegadas a la estación estuvimos comiendo juntas,y
como no iba a ser otra comimos en el mcdonnals y estuvo explicandome
un poco como funcionaba Lyon por eso de los trabajos, cual eran los
sitios en los que podia echar los curriculums y demas, la verdad que
me dio muy buenos consejos, ya que ella hacía tiempo que trabajaba
por allí,lo malo es que su tren era a una hora diferente del mio y
no pudimos seguir hablando ni viajar juntas hasta Lyon, eso hubiera
sido genial.
Una vez llegada a Lyon, en aquella
estación de La Pardieu, que es enorme, casi me perdí porque al
bajar del tren y bajar a la estación donde hay tiendecitas y
paneles con los horarios de los trenes, había una cantidad
monumental de personas y no encontraba el sitio donde mi novio me
dijo que me esperaba, así que entre que el no daba conmigo y fue a
buscarme al tren y yo buscandole en el interior de la estación...
pues así estuvios un buen rato hasta que al final nos encontramos, y
claro como yo hablaba lo básico en francés pues como vas a
explicarle que le has estado esperando, así que solo nos limitamos a
hablar lo mas basico y fácil posible y si no se entendia pues inglés
que hablábamos :)
Después de encontrar a mi novio,
llegar al coche para irnos ya al piso y salir a la calle me llevé la
sorpresa más grande, ¿Y qué fue? Pues es el saludo climatológico
que me tocó recibir en mi primer día en Lyon porque ya os digo que
pasar de 30 y pico de grados y con un solazo impresionante que hacía
en Sevilla pasar a estar a unos 15 o 20 grados y con lluvia en
Lyon... pues no me hacía mucha gracia, pero en fín estamos en
Francia y no en Andalucía, y el tiempo aquí ya se sabe, el invierno
dura lo mismo que allí en Sevilla el verano. Así que a parte del
clima por todo lo demás fue un buen primer día.
También decir que la verdad que yo
tenía a mi novio para poder alojarme y gracias a eso no tuve que
pagar ningun hotel, hostal o apartamento, porque ese es otro problema
que los inmigrantes deben afrontar si no conocen a nadie en la ciudad
en la que van a vivir, es ahorrar para poder costearse un techo para
poder vivir los primeros meses hasta encontrar trabajo.
En fín después de todo lo vivido el
primer día y con esa lluvia llegamos a casa y me pegé una ducha
bien merecida, y una cena de reyes, lo malo es que estaba tan cansada
que me quede dormida en seguida. Pero bueno despierta desde las 6 de
la mañana y cargando durante 6 o 7 horas con las maletas que pesaban
una tonelada pues es normal que estuviese cansada, así que me fui a
dormir muy agusto para terminar ese primer día en el que pisé
tierras francesas para empezar también un nuevo capitulo de mi vida.
Espero que os haya gustado y nos vemos
en el próximo post, Bisous et à bientôt les amis!!!